martes, 30 de junio de 2009

Utero


Como un gran útero
la tierra se desgarra.
Me concede indivisas flores abiertas
del infinito - que yo comprendo en mi jardín
florecido:

puesto que nuestro amor se descubrió
por ejemplo, una manzana
una frutilla,
o un plátano, maduros - .

El planeta, este mendrugo de tierra
aquí, frente a mi puerta,
se partió.
Permutó las miserias.
Invirtió un parvo de estupidez.
Y mudó a Narcizo.

De sol a sol quiero darle de mamar
a la estrella que me acoge
en matriz de hembra.
Agua que limpia,
agua que ruega.
Agua que es Dios.