Hombres, queridos
hombres.
Buscan escaleras para llegar al cielo.
Peldaño por peldaño
nos atraviesan.
Los escupimos,
los vomitamos
con desgarros de tejidos y alma.
Se nos suben
por las tetas,
recorren, si acaso,
espalda, muslos y nalgas.
Trepan por las trenzas
toman envión
apretando manos - mujer
y apoyando las suyas
sobre nuestras sienes,
por la cabeza.
Ponen los pies, rasguñando
torpemente
narices.
En seguida, bajan
y nos abrazan.
El cielo no estaba ahí.
No somos escaleras
somos cielo.
Hombres, queridos
hombres.
hombres.
Buscan escaleras para llegar al cielo.
Peldaño por peldaño
nos atraviesan.
Los escupimos,
los vomitamos
con desgarros de tejidos y alma.
Se nos suben
por las tetas,
recorren, si acaso,
espalda, muslos y nalgas.
Trepan por las trenzas
toman envión
apretando manos - mujer
y apoyando las suyas
sobre nuestras sienes,
por la cabeza.
Ponen los pies, rasguñando
torpemente
narices.
En seguida, bajan
y nos abrazan.
El cielo no estaba ahí.
No somos escaleras
somos cielo.
Hombres, queridos
hombres.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario