Como un gran útero la tierra se desgarra. Me concede indivisas flores abiertas del infinito - que yo comprendo en mi jardín florecido: puesto que nuestro amor se descubrió por ejemplo, una manzana una frutilla,o un plátano, maduros - . El planeta, este mendrugo de tierra aquí, frente a mi puerta, se partió.
sábado, 21 de noviembre de 2009
Brujilda Muchaescoba
Había una vez una chica que se llamaba Brujilda,
que para transportarse de un lado para el otro
usaba una escoba fabricada por sus propias manos.
Brujilda volaba.
Un día conoció a un príncipe que parecía azul pero…era verde.
Brujilda se casó con el príncipe verde “azulado”
pero ya no usó la escoba para volar
sino para lo que era verdaderamente productivo – dijo su príncipe –
para barrer.
Así fue como Brujilda pasó de volar a barrer.
Brujilda barrió, barrió hasta que no quedó nada más por barrer.
Un día Brujilda se cansó de barrer y puso
nuevamente en condiciones su escoba para volar,
pero el príncipe se enojó mucho y le rompió la escoba.
Brujilda se puso muy pero muy triste.
Lloró y lloró sin desconsuelo pero a nadie le sorprendió.
Como Brujilda era muy testaruda construyó día y noche una nueva escoba,
una aún mejor que la otra … porque ya tenía más experiencia.
Entonces, abrió la ventana y voló, voló muy lejos y se dedicó a volar.
El príncipe, ya totalmente verde, tuvo que comprarse una escoba para barrer él.
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