Madre: bebo de tu ser,
te acepto y lo que es tuyo
lo dejo en ti.
Estás en mi corazón.
Padre: bebo de tu ser,
te acepto y lo que es tuyo
lo dejo en ti.
Estás en mi corazón.
Los bebo, los tomo.
Arrodillada, con reverencia,
los honro.
Y me hago cargo
de lo que es mío.
Padre: te amo incondicional
te reconozco.
Madre: te amo incondicional
te reconozco.
Padre madre: soy suya
y soy del viento.
Hija de antepasados,
entrelazada.
Atrás de unos cuantos,
delante de otros tantos.
Al lado,
a la derecha y a la izquierda.
A los miembros
de mi linaje,
aún los marginados:
A todos, con reverencia,
los honro.
Pero también:
hija de mi misma
y del viento.
Y del viento.
2 comentarios:
Honrar, agradecer, aceptar... reconocernos espejos, bocanada del mismo aire...
tus palabras, voz de lo instintivo salvaje y natural, transmutan en belleza la sabiduría milenaria de sabernos UNA con todos...
Gracias Hija del viento por irrumpir hoy a través de mi ventana.
Sopla otro aire, más fresco, nuevo...
Un gran abrazo!
Germana
http://lapalabrachamanica.blogspot.com/
Gracias Ger por colarte y dejarme hacer lo mismo a mi...
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