Como un gran útero la tierra se desgarra. Me concede indivisas flores abiertas del infinito - que yo comprendo en mi jardín florecido: puesto que nuestro amor se descubrió por ejemplo, una manzana una frutilla,o un plátano, maduros - . El planeta, este mendrugo de tierra aquí, frente a mi puerta, se partió.
domingo, 25 de julio de 2010
Res (ao) nar
Crecer hacia abajo,
ser raíces gruesas.
Penetrar.
Como sea adentro
será mi copa.
No puedo recordar
quién soy
ni a qué he venido.
Sé que los pájaros
vienen a contarme
pero yo, yo,
no les entiendo.
Voy enamorándome
de ellos, pero
- a veces –
me temen.
Encantada
quedo con sus cantos.
Y su vuelo.
Les envidio que puedan
hospedarse en la cumbre
de aquel árbol.
Quisiera hacerme, entonces,
una, con los pájaros.
Pero pronto
y de repente
comprendo que soy
árbol.
No he de moverme,
sólo observarlos.
Ofrecerles mi rama
de escondite.
Y así,
desbordada de pájaros,
recibo las caricias
del viento.
Aire que mueve
a las plantas y los
duendes.
Y dejo que el sol
se marche por la tarde.
Acaso muera
y sea
ave.
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2 comentarios:
Bello blog. Excelentes poemas.
Abrazos, Lilian.
¡Gracias Lilian!
Pasa por aquí cuando quieras. Yo haré lo mismo contigo.
Nos compartimos...
Abrazos, Ivana.
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