jueves, 6 de mayo de 2010

Soy de Temer

Hace poco explotó mi inocencia resistente.

Me reventó en la cara.

Y por esa grieta herida se me escapa una maldad

que no tenía.

Estancada como el agua de una fuente de plaza

mal querida.

Soy triste, toda triste y vacía.

Y hoy, hoy, mi alma no me asila.

Silenciosa, incompasiva,

hoy, hoy, soy de temer:

Implacable y despiadada.

Ya no seré la misma:

Me he vuelto inclemente, fría

rigurosa, hasta violenta

con tal, con tal

de que no me pases por arriba.

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