Y qué si estoy triste y sin sentido.
Y qué si deambulo como zombi.
Por esta casa, una,
que ya no es mía y no me importa que sea de nadie más.
Y qué si cuando barro tiro toda la basura en la rejilla de este décimo piso.
Que se tapen todas las cañerías y que reviente el edificio por el aire.
Así estoy, así me quedo.
Hasta que se me pase toda la bronca, todo el hartazgo.
La desilusión, el dolor y la ansiedad.
Hasta que se pudra la incertidumbre,
y salga a la luz el destino.
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