jueves, 24 de febrero de 2011

Manifiesto I: Verdades Espumantes

Sí quiero, acostumbrarme a lo que no va a durar porque (la) nada persiste, soy testaruda o pienso que perenne. No hay rutina que pueda atraparme del todo ni amor a la que le sea previsible. Contradictoria. Y soporto las visitas, de ninguna manera los inquilinatos.  Es cierto que tengo  el alma en el cuerpo  cuando bailo y que brillo entre copa y copa. Escribir y hacer lo que se me canta no estaría mal. Hay verdad en que me conformo con comer chocolates y en  que no gozo de suficiente libertad como para dejarme en paz.


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