lunes, 26 de julio de 2010

¿YO - CASTA?

Y el Mito de Edipo...




El rey de Tebas, Layo, hijo de Lábdaco, acudió al oráculo de Delfos a consultar a la pitonisa sobre su destino. Contestó la divinidad con un consejo: Evita tener hijos. Si tienes alguno, matará a su padre y se casará con su madre.

Pero Layo y Yocasta engendraron un niño, al que luego decidieron dar muerte, temerosos de la maldición del oráculo. Y ordenaron a un sirviente de palacio que abandonara al niño en el bosque del Citerón, a fin de que allí lo devoraran las fieras del monte. El servidor lo dejó allí, con un pie taladrado por una fíbula de bronce. Un pastor encontró al niño abandonado y fue a entregarlo a los reyes de Corinto, que, como no tenían descendencia, lo acogieron corno a un hijo propio. El pequeño recibió el nombre de “Edipo” -que significa “pie hinchado” por la marca que dejó en él aquella herida- y creció en el palacio de Corinto como un príncipe de noble estirpe.

Y, ya adolescente, fue a consultar al oráculo del famoso santuario de Delfos sobre su destino. Y el oráculo respondió:


Matarás a tu padre y te casarás con tu madre


domingo, 25 de julio de 2010

Res (ao) nar






Crecer hacia abajo,                                                                                                                           


ser raíces gruesas.

Penetrar.

Como sea adentro

                 será mi copa.



No puedo recordar

quién soy

         ni a qué he venido.

Sé que los pájaros

vienen a contarme

pero yo, yo,

              no les entiendo.



Voy enamorándome

de ellos, pero

-  a veces –

      me temen.

Encantada

quedo con sus cantos.

                       Y su vuelo.



Les envidio que puedan

hospedarse en la cumbre

                          de aquel árbol.

Quisiera hacerme, entonces,

                            una, con los pájaros.

Pero pronto

y de repente

comprendo que soy

                         árbol.

No he de moverme,

               sólo observarlos.

Ofrecerles mi rama

                     de escondite.



Y así,

desbordada de pájaros,

recibo las caricias

               del viento.

Aire que mueve

a las plantas y los

                     duendes.



Y dejo que el sol

                      se marche por la tarde.

Acaso muera

y sea

   ave.

viernes, 23 de julio de 2010

Altosano

Mujer con Pájaro - Colección Mujeres by Raquel Figueiras.



Quiero dormirme                                                    


en este altillo de primavera

aunque afuera sea invierno.

Soltar las palabras

y que vuelvan a mi

cuando sea preciso.



Ser una con los pájaros,

rozar con

mis alas las hojas amarillas

y los frutos secos,

helados.



Deambular la noche entera

entre sueños,

y que me develen,

secretos.



Teniendo las pupilas

como las tengo,

hacia adentro.

Cada vez viendo

menos, de lejos.

miércoles, 14 de julio de 2010

Lucera

No conozco el nombre


de los pájaros

- que acuden a mi ventana –.

Y sin embargo,

ellos

dicen el mío.



Hablan un idioma

que apenas

comienzo a comprender.

Sospecho regalos

en esos árboles,

entreveo plumas en pecho

y colores

por confesar.



Apenas abrir los ojos

me trae a la conciencia

el graznido

de lo que me parecen

patos gigantes.



Todo para compartir

habitando el alma.

Sino, no me sirve

de nada.



Moro en la luz

e imagino más habitaciones

en donde

quepamos todos.



Luz que se proyecta

luz que se propaga.

Faro encendido

que multiplica.



Oigo a las ovejas

y a las cabras.

Nos dan la bienvenida:

                                  ¡Vengan todos!

                                           ¡Vengan!