lunes, 10 de agosto de 2009




Sueño de Natalicio

Anoche parí.
Con necesidad,
con causa de vida,
con forma de hipérbole.
Cabeza que desgarró
mi entraña.
Dolor de dolor.
Mi otro niño,
¿será el que tenía
que ser?
Parí porque había que.
Parí por consecuencia.
Con lágrimas y desespero.
Con terror.
Dolor de amor.
Yo ya sé cómo es parir,
aunque no haya
parido ni en cien mil años.
He sido, hombre. Bruto.

Parí por partida doble.
Por el que vino a la vida
y por el que no.
Espíritu que traigo
como a un milagro.
Poder sudoroso,
de mujeres, brujas,
como yo.
Descubro palmo a
palmo mi ángulo,
mi anchura.
Allí por donde
emana mi más
absoluto, perfecto,
precioso poder
de dar vida.

Soy como dios.
Una diosa con un
don magistral
ayudada por la
alquimia
de los materiales:
óvulo y espermatozoide.
Natalicio doble.
Después de nueves meses,
de nueve meses.
Triángulo de fe,
volcán venturoso
revolucionado,
erupcionó anoche.
Cuando parí, con los
aullidos de una
loba.
Anoche, cuando parí
fui una diosa.
Se ha creado
a una piedra
o a una paloma.

15/03/07

No hay comentarios.: