viernes, 29 de octubre de 2010

Amo-a-mi-mamá

A Irma



Mi madre habita los espacios

los habita todo.

Comprende

sin teorías

y se infla como un globo

cuando no me dejan ser.



Me cuida

de sus miedos y de los míos.

Sabe de lo que soy capaz

aún cuando todos los demás

han bajado ya, los brazos.

- no comprenden

el camino lateral

que voy tomando -.



Mamá me quiere feliz

y nada más.

Se deshizo tantas veces

de sus egos

para acompañarme

en la travesía de vivir.

Se calló y gritó

todo lo que pudo.



Mamita lo es todo:

su regazo,

y su perfume a flores

y frutas.

Es mi maestra

de mamá:

Ha tejido a lo largo de los años,

una capa larga de hilos invisibles,

sin herramientas,

más que las de su propio amor.



Madre:

Hoy con este poema

soy yo la que quiero

acunarte,

la que quiere mecerte

para que puedas llorar como

hija.

Me lo ha dicho mi abuela

en sueños:

que te hace falta.



La primera vez

que hube de cuidarte,

tuve miedo.

No sabía

que los hijos podían

velar de ese modo por sus padres.

Es que era y soy

tremendamente hija.



Mamá:

puedo acunarte

y llevarte flores de mi jardín.

Regalarte ahora yo,

amparos,

cuando no te dejan ser.

Inflarme.

Puedo darte mis manos

de miel

para que descansen

tus huesos

agobiados.

Sólo espero que lo pidas

porque a veces,

olvido que puedo cuidar-te.



Me deleita que

te gusten las cerezas

y las tortas sabrosas

y las frutas

de todos los colores,

y que comas

las cáscaras

como un conejito.

Pues no me entusiasman

las mujeres maravilla.



Me ilusiona

ver cómo haces arte

con los maquillajes

y cómo defiendes

tus uñas de loba.

Aprendo que se puede

conservar el estilo.



Mujer de paciencia

generosa.

En extremo, dedicada

a sus amores.

Hoy vengo a darte

descanso

en los brazos

de nuestras ancestras.

Recuéstate

sobre los de la abuela Josefa

y los de mamá Ñata.

Ellas me cantaron

tu nombre

y me dijeron

cuánto te aman.



Descansa

sobre mis brazos

que juntas, entonaremos

una canción de cuna

para ahuyentar

los males:

dolores de panza

y monstruos concretos.

Mujer, hoy

puedes

dejar de ser toda mamá

Y ser HIJA.



Soplemos todas

juntas sobre tu útero,

presente,

aliento salvaje.

Reguemos

con bocanadas de

fuego

y agua.

Que se incendie

tu alma de hembra

y sucumbas

a la mujer-sabia

a la que ya, has tomado

de las manos.



Hoy, te acunamos

todas

para que llores

y limpies.

Para que respires

profundo

y sueltes carcajadas.

Te visitarán las diosas

y reiremos y cantaremos

¡Todas!



Octubre 2010

1 comentario:

Germana dijo...

Nos acunan tus palabras, nos arropan, nos hacen Niñasmadres en piel de lobas dulces... se vuelven un arrullo que nos lleva de la mano...hacia la Abuela Sabia: savia de todos los colores, los perfumes, los dolores...
Cunita de arroz y palabras, mecedora tibia, ronda de caricias que traman los cabellos, silencio para el cuento que nunca se acaba, mano en la frente, pases mágicos, dulce torre de mimos, luna, marea, mami, madre, mujer...

Nos parimos mujeres en tu espejo de mieles:
princesas azules, buscadoras de dragones, hechiceras fragantes, mujeres de hierba y fogata, de risa y zozobra, acuarelas de diosas
Nos parimos: nosotras.
Gracias Abuela Josefa, Mamá Ñata, Mamá Irma!
Gracias Ivana chiquitamadresabia!
Gracias MujerPoeta, voz de la luna, por compartir tu don.
Germana