por el medio de la calle,
una de esas laterales
de tierra.
nomás.
De ahí veo si me voy
p´ la izquierda
o la derecha
pues ese, es el nombre
que le han puesto
pero yo
sigo la esencia
solita,
nada más que
del almita.
Nada más que
del almita.
Como un gran útero la tierra se desgarra. Me concede indivisas flores abiertas del infinito - que yo comprendo en mi jardín florecido: puesto que nuestro amor se descubrió por ejemplo, una manzana una frutilla,o un plátano, maduros - . El planeta, este mendrugo de tierra aquí, frente a mi puerta, se partió.
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