
Ay . . . no hay dolor
que no me duela, que no me duela
No hay dolor
que no nos duela, que no nos duela.
Mi bien, mi bien
dejame beber la luna
que me la beba, yo toda entera
p que se calmen penitas penas
penitas penas.
Ay . . . como yo viviera
como yo viviera
la vida entera
como una niña, como una niña
flaca y risueña.
Ay, no hay dolor
que no me duela, que no me duela
No hay dolor
que no nos duela, que no nos duela.
Recitado
Vería yo,
todas las tarde (s)
por la ventana
si supiera
que mi amo (r)
me mirara.
Que nací sola
y al mirarme en el agua
pues me veo igual:
Sola y amargá
Ay, no hay dolor
que no me duela, que no me duela
No hay dolor
que no nos duela, que no nos duela.