sábado, 23 de enero de 2010

O




Me quedan mis pies.

La panza está boba.
Me mastico los cachetes
y los brazos
se me arrugan.

Me duelen las rodillas
los dientes se me aflojan
los párpados hinchados
y las pestañas caídas.

Sólo me quedan
estos pies ampollados
picados
anchos
que se apoyan de costado.

Me quedan los pies
y ¡ha! Esa línea
que se hace entre las piernas
cuando junto las rodillas
y se me ve el triángulo
en el espejo.

Me queda
la niña chiquita,
la adulta no sé donde está.

No me quedan
los pelos
caídos en el inodoro.
Están las arañas
y los pozos,
y ya no está
la sonrisa bondadosa.

Sin cuello,
me quedan las axilas
con perfume
de Enero
en Buenos Aires.

Estos pechos
ya dejarán de ser míos
y se irán por la vida,
que hace lo que hay que hacer.

Desperdigo pedazos
de piel y de
sangre.
A dónde voy
con esa piel
con esa sangre.

Dónde estoy.
Acá con mi mano izquierda,
tembloroza.
Con el pulso
del corazón en el dedo,
con la boquita
arrugada
de concentración.

O me fui
con el pis de esta mañana,
con el residuo
que me saqué de los
dientes.

Cuándo me fui
y dónde estoy.

O soy el sueño
que soñé esta madrugada.
O escapé con el
suspiro que exhalé
de tristeza.

Dónde estoy

Me fui con las
uñas que me corté
o con los
mocos que dejé
en el pañuelo.

Dónde estoy

No sé si mi alma
esté en mi
cuerpo.

No sé si ésta
que veo en el espejo
soy yo.

Quizá haya otro
cuerpo para mi
o no haya ninguno.

Dónde estoy

                 Aquí,
                       donde me fui.

3 comentarios:

NICOLAS dijo...

tic,tac, tic, tac, tic, tac...la vida pasa...y pisa ....

Ivana Gisela Alvarez Riccardo dijo...

La vida atraviesa...

NICOLAS dijo...

penetra